Los niños con Autismo (TEA) y tratamiento de la ansiedad

Las personas con autismo según estudio realizado, padecen un trastorno de ansiedad y los tres tipos que usualmente o son más comunes vienen a ser:

  • La fobia especifica
  • Trastorno de ansiedad social
  • Trastorno obsesivo compulsivo

Hay varios factores que influyen en la gravedad y tipo de trastorno de ansiedad, estos factores son la edad, el subtipo de autismo, el cociente de inteligencia y también la forma en que se evalúa la ansiedad.

Las personas con menor cociente de inteligencia (CI)  generalmente tienen mayor nivel de ansiedad y mayor nivel de trastorno de ansiedad social. Esto hace concluir que los trastornos de ansiedad en las personas con autismo permanecen sin ser tratados porque no son diagnosticados.

Los niños que padecen autismo expresan los nervios y la ansiedad en la misma forma que los niños típicamente normales. Con frecuencia y por los mismo motivos la ansiedad  que causa separarlos de los padres para asistir a la escuela o pasar las vacaciones en campamento o muchos problemas que surgen en el día a día normal de un niño con sus compañeros, maestros.

También los niños se agobian por problemas de salud, la preocupación de si las cosas van a salir bien y muchas cosas que parecen no preocupar a los adultos pero que son importantes para los niños.

Por estas y muchas más razones los niños con autismo tiene respuestas emocionalmente más intensas ya que son afectados por lo que se llama la ansiedad social, el temor que produce el irrumpir de nuevas personas, nuevas situaciones y aun es más difícil porque no pueden expresar identificando claramente que les produce angustia.

La ansiedad, el estrés aparecen de diferentes maneras, hay manifestaciones como sudor, tensión en los músculos, dolor de estómago, de cabeza, taquicardia, que son manifestaciones físicas  y una respuesta sicológica a la situación.

Los niños con autismo cuando enfrentan situaciones de ansiedad y estrés responden con acciones repetitivas y que no tienen una función específica o muy clara, pueden rasgar tejidos o romper papeles.  Esto con frecuencia afecta a los hermanos, especialmente los menores encontrándose niveles de ansiedad de superior a media.

La mayoría de los niños con autismo se expresan verbalmente con dificultad, por eso es muy importante tener en cuenta las reacciones intempestivas y no caer en una reacción enérgica de accionar y reaccionar que les aumente la sensación y tratar de entender que les causa ansiedad o estrés. Ellos no verbalizan esa tensión y los investigadores consideran que la manifestación de los síntomas físicos de la ansiedad es más destacados en las personas con autismo o TEA.

Los medicamentos casi siempre tienen efectos secundarios, por eso se utiliza mucho más la herramienta de la terapia congnitivo-conductual para impedir los problemas de ansiedad.

El aprendizaje consiste en la formación de las relaciones que tienen un significado particular de esquemas y reglas, no radica en un vínculo  participativo de estímulos y respuestas. Se obtienen buenos resultados empleándolo en los niños que cuentan con alguna clase de habilidad verbal. Se enseña al niño como primera media a que identifique la raíz de los miedos. Cuando el niño se deja en el colegio siente temor de que sea separado definitivamente de su madre y puede pensar que no la va a volver a ver y esto le produce un ataque de ansiedad.

Cuando identifican donde yace la raíz del problema, se guía al niño a que vaya desarmando la ansiedad y a que se enfrente a la demostración y certeza  disponibles

Cuando se termina la fase de identificar se entra en la fase de enfrentar. El fondo del asunto es que el niño se enfrente a sus miedos de forma gradual, un paso a la vez. I el niño por ejemplo tiene temor a la separación de su madre, el terapeuta puede hacer que se quede separado de su madre durante un minuto y cuando ella regresa el niño se da cuenta que no pasa nada, que todo esta bien. Asi el terapeuta aumenta el tiempo de sepáralo de su madre y el niño se refuerza y se tranquiliza acabándose la ansiedad y sintiéndose seguro y protegido.

El principio de esta terapia congnitiva-conductual es reconocida y usada en los niños con diferentes clases de problemas y es un tratamiento para la ansiedad eficiente y mejor que otra clase de aproximaciones. La ventaja concluyente es que ayuda a la familia a seguir las mismas técnicas en el hogar y dirigidos por un profesional de la salud que incremente la eficacia y se aumenten las sesiones para disminuir de forma sensible el tiempo de la participación.

Como sucede con muchas personas y en cuenta más grave sea la situación se hace necesario en muchos casos el empleo de medicinas ansiolíticas, aunque en los casos más leves se enfrenta con terapias y en los casos más severos se encuentra un mejor beneficio con seguir terapias complementarias que se basan en un trabajo con el psicólogo.

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